jueves, 10 de diciembre de 2009

Sueños de azafrán donde ni color ni aroma importan

Titulo así este post porque la cocina, a veces, es buscar el sentimiento más profundo. El sabor más guardado para que, haciendo mezclas y pruebas, se consigan sabores sorprendentes.
He visto muchas recetas a lo largo de mi vida y hay veces que veo mezclas tan nuevas para mí pero que tienen tanto sentido, que me conmueven de tal forma que se me quedan grabadas para siempre. Por ejemplo; la canela en los guisos de carne, la pimienta verde con la nata, la guindilla con el chocolate o el azafrán con el pescado. Si observáis bien os daréis cuenta de que en casi todos mis sueños aparecen las especias. ¡Tengo miles! Mi habitación está llena de botes con cientos de especias que he ido recopilando poco a poco. Muchas de ellas ya ni se podrán consumir pero las adoro. A veces abro los botes y los huelo, o cojo un poquito de azúcar de canela de Amsterdam y me la meto en la boca. Me gusta coger los granos de cardamomo verde y abrirlos para ver las semillas que tiene en su interior. Y si alguien me ve hacer esto siempre cuento la misma historia: "¿Sabes que a las novias hindúes se les da un grano de cardamomo verde para que lo mastiquen?". Algunos no lo sabréis, pero masticar un grano de cardamomo no es muy agradable :). "¿Y para qué?"-me responden. "Pues para que los novios sientan salir de sus bocas un aroma perfecto".

especias negro

Las especias son... la esencia de la cocina. Hay un libro muy bueno que se llama "Épices & Condiments" de la Larousse Saveurs. Si podéis conseguirlo... no dudéis en comprarlo. Un día descubrí que existía y sin haberlo visto nunca, me enamoré. Pero había un problema, el libro estaba en francés y no se había publicado en España así que tuve que esperar algún tiempo en tenerlo. La primera vez que viajé a Francia de las primeras cosas que hice fue correr a la Fnac y pedirlo... si hubiera esperado algunos días más hubiera aprendido que allí, en Burdeos, estaba la mayor librería independiente de toda Francia: La Librairie Mollat. Pero bueno, lo tengo aquí a mi lado con sus estrellas de anís en la portada y con los viajes que ha hecho conmigo.
Cuando veáis una tiendecita de especias no paséis de largo, porque son ellas las que pueden hacer que un día casi sin daros cuenta, vuestros platos de siempre tengan más sabor y que el aroma que desprendan os lleven a sitios que ni siquiera habéis pisado. Es la magia de la cocina. Es el arte de cocinar.

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